Ahora recordaba que en algún momento de cualquier día, no sabría decir cuándo ni cómo, supo que había vivido otra vida, en otro mundo. Era como si viniera de un extraño viaje, de un lugar del que no conocía el nombre, como si hubiera despertado y recordara un sueño sin la sensación de haber dormido. También recordaba que, un instante después de su regreso, tuvo la certeza de que en realidad no se había movido, ni viajado a ningún sitio, solo la sensación clara, física, de haberse girado ciento ochenta grados sin que nada a su alrededor hubiera cambiado: delante y detrás eran exactamente igual aunque no lo mismo. Se confundía el reflejo del espejo con el objeto reflejado y, por consiguiente, el país de Inopia, el nombre que puso al lugar del que venía, era semejante al mundo al que regresaba.


lunes, 24 de febrero de 2014

Capítulo dos

Conoció a X en la Universidad, donde estudiaba para Técnico de Normalización y Cohesión Social. Se fijó en él por primera vez en la clase de Planificación Social de la Verdad. El profesor había estado hablando sobre la claridad de la verdad, claridad que en Inopia significaba literalmente “sin sombras”, y había dicho que para clarificar la verdad era preciso la Planificación (literalmente convertir en un plano). Había proyectado una diapositiva con el esquema, síntesis de nuestro escudo, de la estructura social de nuestro país.


X se levantó en el turno de preguntas y dijo:
-Según usted nuestro mundo es plano y por eso claro, de ahí la necesidad de planificación constante de la verdad, que es siempre “claramente social”, pero si giramos el esquema que usted nos muestra de frente, es decir, si adoptamos otro punto de vista, podríamos observar que lo que parece plano podría tener algunas dimensiones hasta ahora no observadas o, al menos, no descritas...
-¿Zonas oscuras? Bueno ya conoce nuestras verdades institucionalizadas acerca de la perversidad de las zonas oscuras. No obstante, usted sabe que puede constituir un partido teórico-político para defender su opción, nuestra perfecta democracia se lo permite...
-¿Se lo puedo mostrar?
Y sin dar posibilidad de negación al profesor avanzó hasta el proyector introduciendo su lápiz USB. En la pantalla apareció la siguiente imagen:


-Observen todo lo que no puede verse desde un punto de vista frontal. Esas zonas oscuras, es decir, invisibles desde un determinado punto de vista pueden, sin embargo, captarse desde otro.
-Pero, no necesitamos tantos puntos de vista, eso no es bueno para la normalización y cohesión social. En cualquier caso, querido alumno, como ya desarrollé en mi disertación, las verdades no institucionalizadas tienen posibilidad en nuestro sistema de...
-institucionalizarse... sí, ya... siempre que acepten clarificarse, es decir, someterse al único punto de vista...
-...de la colectividad, no lo olvide.
-... mediante la planificación, etc. Y esa es precisamente la trampa, porque una ver planificadas pierden su capacidad renovadora.
El escritor pensó que aquellos planteamientos apuntaban mucho más allá de los habituales de los críticos, renovadores y revolucionarios al uso, ya que ponían en cuestión el sistema por el que en Inopia, país de la democracia perfecta según sus autoridades, se permitía que “la creatividad de los de abajo renovara constantemente las instituciones permitiendo la participación de todos”, según el repetido eslogan.
-Supongo que es consciente -dijo el profesor en un tono repentinamente amenazador- de que está planteando una sombra de duda...
“Sombra de duda” era una expresión que a todos nos repelía. Se hizo un silencio tenso que el profesor destensó con maestría.
-Lo terso, liso y claro, es decir, lo limpio... la duda ensucia con innecesaria ambigüedad, es vicio de individualismo, nosotros creemos en el pensamiento colectivo. Ya conocen la paradoja de Ygor, el eslogan que renovó nuestro arte publicitario dando paso a una nueva época: es necesario planificar la evidencia, la apariencia es la realidad... La clase ha terminado. Les espero mañana. Tenga ustedes un claro día.

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El escritor en Inopia es una historia abierta.


Esta novela se halla abierta y en continua revisión. Si quiere hacer alguna sugerencia escriba un comentario. El autor se lo agradecerá.

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